Coronavirus un problema de escepticismo

Adolfo Miranda
4 min readApr 1, 2020

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El tercer mes del presente año (2020) se desató una crisis sanitaria a nivel global categorizada como una “Pandemia” por la Organización Mundial de la Salud pues más de 179 países en el mundo confirmaron la presencia en su territorio y población de un nuevo tipo de coronavirus (COVID-19) del cual no se tiene hasta el momento cura alguna. El impacto económico, político y social ha dejado estragos que seguramente serán recordados en la historia moderna, por citar algunos ejemplos está la paulatina disminución de vuelos nacionales e internacionales, las políticas públicas que han prohibido todo tipo de espectáculos y eventos masivos, resaltando como más significativo a nivel mundial el aplazamiento de los juegos olímpicos en Tokio y que decir, del llamado al aislamiento en los hogares, a trabajar de ser posible en la modalidad “home office” y a la no circulación de personas por las calles.

https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019

Es en estos momentos a nivel mundial que la desigualdad económica reluce, ya que no todas las personas tienen el privilegio de trabajar en casa mas aún las que se dedican a un oficio o comercio que depende del número de clientes que asistan a su local, puesto o lugar de trabajo. Muchas empresas han optado por reducir los salarios de los profesionistas y técnicos que tienen a su cargo, mientras que otras han optado por no pagar o despedir de plano a su personal por la crisis sanitaria. Una persona que no tiene sueldo ni prestaciones y una familia que alimentar no piensa dos veces en exponerse a los riesgos que implica el salir para llevar el pan para sus seres queridos, ante tal atrevimiento muchos que tienen el privilegio de trabajar en casa o que simplemente no tienen la necesidad de generar ingresos tachan de irresponsables, ignorantes entre otros adjetivos negativos a las personas que salen. En contraste, están también los escépticos que creen es un invento de personas poderosas o gobiernos que sólo buscan infundir miedo a la población mundial para fines lucrativos y maquiavélicos, por lo que salen de sus casas exponiendo su integridad, la de sus seres queridos y de la sociedad.

Tal pareciera que en los seres humanos la universal constante no importando del país que se provenga es la falta de empatía y la intolerancia hacia los que nos rodean, ya que la necesidad ajena nos es distante e incomprensible en la gran mayoría de las ocasiones. Por eso consciente o inconscientemente buscamos asociarnos con las personas que tienen ideas, gustos y creencias similares a las nuestras para dejar a un lado a las que difieren drásticamente de nuestra forma de vivir y pensar. Lo cual no tiene nada de malo pues la necesidad de pertenencia es inherente a todo ser humano, sin embargo, puede resultar dañina cuando se busca homologar el pensamiento y dividir o diferenciar a las personas para suponer una superioridad ideológica. Los partidos políticos “derecha” vs “izquierda”, la lucha de géneros “machismo” vs “feminismo”, las clases sociales, las religiones, las distintas culturas y en general cualquier grupo o gremio al que podamos pertenecer nos podrían separar de quien se encuentra a nuestro lado. Y es que la asociación o pertenencia a un determinado grupo exige de manera equívoca una homologación en acción y pensamiento hacia sus miembros. Pero ¿por qué habríamos de tener las mismas ideas por tener afinidad con un determinado grupo? Sería limitar la complejidad de los sentimientos y pensamientos de las personas en estereotipos que para nada aprovechan ya que reducen las percepciones de las personas con prejuicios inconscientes.

Ante esta “Pandemia” no podemos seguir poniendo más atención en las diferencias que existen entre nosotros, es momento de enfocarnos en combatir y prevenir más contagios de este virus que tanto revuelo y daño ha venido causando de país en país. En estos mismos instantes, científicos de diversas nacionalidades están trabajando arduamente por encontrar la cura a este nuevo tipo de coronavirus, médicos, enfermeros y estudiantes de medicina están arriesgando su vida en sus países para atender a la población infectada. A quienes carecemos del conocimiento para aportar en el ámbito de salubridad nos toca prevenir la propagación de este virus, conforme a lo indicado por las autoridades sanitarias, y en la medida de lo posible, nos toca proponer soluciones creativas para que los grupos vulnerables de la sociedad tengan la opción de quedarse en casa.

Estados Unidos, España e Italia minimizaron la situación sanitaria cuando el Covid-19 apareció en su territorio y por no experimentar “en cabeza ajena” con China a pesar de contar con los mejores sistemas de salubridad actualmente se encuentran sobrepasados ante las olas de contagios. El sector privado en México y posteriormente el gobierno federal a mediados de marzo comenzaron con el llamado a los aislamientos voluntarios para evitar una catástrofe en nuestro sistema de salubridad, ¿que si fue tarde o suficiente? no lo sabemos pero seamos empáticos y no escépticos ante el dolor y angustia que han pasado y están pasando miles de personas en diversas naciones, sumemos fuerzas para salir avante, recordemos que el más grande gremio al que pertenecemos se denomina “humanidad”.

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Adolfo Miranda
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Written by Adolfo Miranda

Abogado | Twitter @DolfMirRom

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